miércoles, 9 de noviembre de 2011

FECHA DE CADUCIDAD

Hola a todos de nuevo.
Hace algún tiempo le pedí a Albert Tubella permiso para hacer una especie de "diario" de todas las experiencias que había tenido el Equipo Nacional junior durante su estancia en Australia, ya que creo que fueron reseñables y de la que todos podemos y debemos aprender. Últimamente mis obligaciones no me dejan demasiado tiempo libre para haberos hecho dicho diario junto con algunas reflexiones después de oir de boca de algunos de los protagonistas sus experiencias. No obstante os prometo que al menos lo intentaré cuando esté algo más libre.

Mientras, os dejo un artículo del propio Albert en el que sigue reflexionando sobre la importancia de elementos de entrenamiento que están en la mano de los propios deportistas, y que siempre nos han parecido de importancia menos, pero que en su opinión, y lo relaciono con lo vivido por ellos en Australia, es la principal diferencia entre la natación Australiana (primera natación mundial) y la Española (no sé en qué número estamos.. pero 2ºs no!!!).

Se refiere a muchos aspectos, pero principalmente habla de la poca autonomía de los nadadores en el entrenamiento (entrenadordependencia: si el técnico no está.. nada de nada), alimentación, suplementación, descanso, hábitos saludables de vida!!!, esfuerzo del nadador en el día a día (sin descansos exagerados entre sesiones), dominio de la técnica, y de su propia técnica (si no conocemos en qué momento estamos, no podemos saber si mejoramos o no!!!)... y que ya os he dicho, y os sigo diciendo casi a diario que son exclusiva responsabilidad del deportista, aunque es labor nuestra, de los entrenadores, de enseñároslas, es cierto, pero que sin vuestro tesón e implicación no podemos llegar a todos esos objetivos de los que tanto hablamos.

Bueno, mejor que os lo diga él, no es largo, en 5' lo tenemos ya leído y analizado, y os prometo que merece la pena.

Gracias a Albert por cedernos el artículo.


Fecha de caducidad

El programa Esp—2016 ha echado a andar por segundo año consecutivo. Para esta primera convocatoria de la temporada el grupo ha sido dividido en dos. El primero estuvo concentrado en la Gold Coast australiana durante el mes de septiembre y el segundo lo hizo durante los días 21 al 27 de octubre en Málaga, para posteriormente desplazarse a la localidad sueca de Vasby y participar en la tercera edición de las “Swedish Swim Games”.
En primer lugar, agradecer al Federación Andaluza, a toda la gente del Centro Acuático Inacua de Málaga, y al Hotel Campanile de la misma localidad, su hospitalidad y las facilidades que nos han dado para poder llevar a cabo esta actividad en unas condiciones excepcionales.
A parte de las reflexiones que debemos hacer sobre el trabajo llevado a cabo, permitidme en primer lugar una reflexión acerca de otros aspectos que afectan a nuestro entrenamiento y rendimiento cotidianos.
Nuestros nadadores carecen de la independencia y de la autonomía necesaria para conseguir platearnos grandes retos deportivos. Su dependencia de los técnicos, y en algunos otros casos, la dependencia de los técnicos de sus nadadores, provoca que nuestra capacidad de aprendizaje, de mejora, o simplemente de implicación y compromiso, se vea limitada.
Aspectos esenciales como el control del entrenamiento, el control de la alimentación y la hidratación, del descanso y la recuperación, de los calentamientos y el nado de recuperación… siguen dependiendo absolutamente del seguimiento y vigilancia del técnico.
Aún no hemos logrado que esos aspectos sean intrínsecos en la formación de los nadadores y que ellos mismos lo controlen y trabajen para su mejora. En definitiva, no avanzamos a la velocidad necesaria en la mejora de este “otro entrenamiento”, es necesario mejorar mucho más.
Debemos seguir educando a nuestros nadadores en la necesidad de su implicación y compromiso por querer ser nadadores de talla internacional y formarles para que por sí solos, sin la necesidad de nuestra constante vigilancia, se impliquen en estos aspectos que van a afectar a nuestro rendimiento igual que lo hace el propio entrenamiento específico.
Relacionado con esto anterior, tenemos verdaderas dificultades para “movernos por el mundo”. Nuestros nadadores siguen dependiendo en exceso de nosotros para cosas tan simples como saber viajar, hacerse entender, organizarse en periodos de concentración, ser puntuales, saber comportarse en algunos ambientes, cuidar su material...
Este aspecto también nos está limitando el poder rendir como deseamos, ya que demanda de todos nosotros una gran cantidad de tiempo y esfuerzos. Otro aspecto a mejorar entre todos.
Por lo que respecta a nuestra preparación, la primera conclusión es nuestra falta de constancia y regularidad. Pocos han sido los deportistas que logran llevar a cabo toda una semana de entrenamientos cumpliendo con los objetivos marcados en cada tarea.
Continúa siendo un aspecto muy mejorable y una necesidad el ganar constancia y regularidad en el esfuerzo diario. Sólo de este modo garantizaremos nuestra óptima preparación.
Somos capaces de llevar acabo grandes tareas de entrenamiento, pero a costa de estar “tirando a la basura” las 2—3 sesiones posteriores o anteriores.
Debemos insistir en que nuestros programas trabajen en la mejora de esta regularidad y constancia en el esfuerzo – recuperación.
Programas que contengan que 3—4—5 sesiones de exigencia, calidad y/o desarrollo, combinadas evidentemente con otras de mantenimiento y consolidación… son de entrada necesarias para nuestra progresión.
Pero hasta que no consigamos que nuestros nadadores logren llevarlas a cabo todas como nosotros las hemos planificado, día tras día y semana tras semana, no lograremos las adaptaciones y las mejoras que buscamos.
Hacer tan solo correctamente dos sesiones cada semana no nos garantiza el desarrollo necesario.
Nuestro nivel técnico creo que empieza a ser un tema que nos preocupa a la mayoría de técnicos y eso es un buen paso adelante. Pero creo que no estamos consiguiendo que esta preocupación llegue a nuestros deportistas y que su interés por mejorar sea también cotidiano y no solo puntual.
Debemos insistir en la necesidad de que nuestras habilidades técnicas mejoren para conseguir ir reduciendo la distancia con los mejores del mundo en este aspecto y, consecuentemente, mejorar nuestro rendimiento a nivel internacional.
Estas habilidades son las que en muchas ocasiones van a marcar la diferencia entre la victoria y el segundo puesto, entre la medalla y el cuarto puesto, o entre la final y el noveno puesto.

Son demasiados los nadadores que acuden al equipo nacional y aún no dominan términos como frecuencia, longitud, contar brazadas, nado subacuático, o con errores importantes en sus habilidades en volteos, salidas y llegadas.
Por último, nuestra capacidad atlética también debe mejorar. La mayoría de nuestros deportistas no poseen suficiente capacidad atlética. Seguimos sin incluir en nuestros programas tareas y objetivos de trabajo físico en seco, necesarias e imprescindibles para la formación atlética de nuestros deportistas. Esta capacidad es la que permitirá la variabilidad de nuestro entrenamiento, la mejora de nuestro programa, y el desarrollo de muchas capacidades que son necesarias para nuestro rendimiento en el agua. Demasiados problemas con la carrera continua, con el trabajo de fuerza relativa (dominadas, fondos, saltos, core), con el “dominio” del gimnasio, o simplemente con el trabajo de fuerza—potencia en el agua.
¡Pero no todo son defectos! A pesar de todo ello, somos un equipo capaz de trabajar duro cuando nos lo proponemos, como los mejores del mundo, pero necesitamos hacerlo con más regularidad, en más aspectos, y con mejor eficacia y eficiencia.
Somos grandes competidores y empezamos a causar preocupación en el resto de países. No somos un equipo fácil de ganar, al contrario, poco a poco nos estamos ganando el respeto de nuestros rivales.
Tenemos ya el mismo talento que los otros países que dominan el panorama natatorio mundial y europeo, pero llegado el momento, este talento y esta competitividad solo nos servirá si llegamos preparados para competir contra ellos. Aún dependemos demasiado de este talento o de la suerte, y eso como dicen los ingleses, tiene “fecha de caducidad”.
Hay que seguir trabajando para que nuestro talento, nuestra calidad técnica, nuestra preparación y nuestros resultados no tengan “fecha de caducidad”, y si la tienen solo sea, los JUEGOS OLÍMPICOS.
Saludos cordiales
Albert Tubella Colominas
Responsable Equipos inferiores de Natación RFEN

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